Hola, soy Lucía Ebratt

Coach Ejecutiva y Organizacional

Ayudo a líderes corporativos y dueños Pymes a liberar su tiempo para que puedan enfocarse en las acciones estratégicas que les permitan hacer crecer sus negocios,

sin tener que apagar incendios todo el día, y puedan destinar tiempo de calidad a su vida personal.

Ver Brochure

¿Cómo te ayudo?

Una mujer sostiene un teléfono celular en sus manos y sonríe.
Una silueta en blanco y negro de un cerebro humano sobre un fondo blanco.

Aumentando el bienestar personal y colectivo.

Cuando las personas se sienten bien, todo fluye mejor. Trabajamos en prácticas simples pero poderosas para fortalecer el equilibrio, la energía y la conexión con uno mismo y con el equipo.

Contáctame
Un grupo de personas con estrellas en sus cabezas.

Identificando y potenciando lo que a cada persona se le da mejor hacer.

Todos tenemos fortalezas únicas. Al descubrirlas y usarlas, trabajamos con más confianza, disfrutamos más y aportamos de forma auténtica.

Contáctame
Un hombre sostiene una bandera frente a un grupo de personas.

Creando equipos más productivos y colaborativos, donde todo fluya sin necesidad de supervisión constante.

Un equipo conectado y autónomo no necesita ser controlado. Necesita claridad, confianza y propósito. Ahí es donde empieza la verdadera colaboración.

Contáctame

¿Quien Soy?

Coach Ejecutiva y

Profesional Internacional


Durante más de 20 años, trabajé como abogada en empresas. Tenía un buen cargo, estabilidad, pero algo faltaba. Me sentía agotada física y emocionalmente, resolviendo crisis tras crisis. Hasta que un día me detuve y me pregunté: “¿Es esto lo que realmente quiero para mi vida?”

Fue difícil tomar la decisión de dejar atrás la seguridad de mi carrera corporativa, pero sabía que, si no lo hacía, nada cambiaría. Durante esos años, descubrí algo importante: los conflictos, los problemas de productividad y los "incendios" en las empresas no eran solo problemas técnicos o legales, sino humanos. Y liderar equipos me mostró que, cuando las personas están bien, todo fluye mejor.

Así nació mi propósito: ayudar a líderes y equipos a descubrir sus fortalezas y liderar con bienestar, autonomía y claridad.

Hoy, a través de la psicología positiva y el coaching de fortalezas, trabajo con líderes que quieren algo más que resultados:

• Equipos autónomos que no dependan de él para cada decisión.
• Equilibrio real entre su vida profesional y personal.
• Y, sobre todo, quieren liderar sin sentirse sobrecargados o atrapados en la rutina.

Contáctame
Una mujer está sentada en una silla de madera y sonriendo.

¿EN QUIÉN NOS ENFOCAMOS?

En líderes corporativos y CEOs de Pymes que desean centrarse en la estrategia y los resultados de su empresa, sin estar apagando incendios todo el día. Acompañamos la transformación de sus equipos en unidades autoeficientes, capaces de gestionar el día a día con autonomía, sin perder de vista lo que realmente importa: las acciones estratégicas que impulsan el crecimiento manteniendo el equilibrio entre la vida personal y laboral.

Una mujer está sentada en una silla de madera con las piernas cruzadas.
Una mano sostiene una pequeña bandera en un palo.

Liderazgo Efectivo

Gestionar equipos de manera efectiva, delegar tareas con confianza y formar equipos autoeficientes.

Un grupo de personas de pie una al lado de la otra sobre un fondo blanco.

Estrategia y Equipos

Enfocarse en las acciones estratégicas que impulsan el crecimiento sostenible de sus negocios.

Un icono en blanco y negro de una balanza de la justicia sobre un fondo blanco.

Equilibrio Profesional y Personal

Lograr un equilibrio real entre su vida laboral y personal, sin descuidar el éxito empresarial.

Recursos gratuitos

Sé lo abrumador que puede sentirse estar en piloto automático: posponiendo lo importante, apagando incendios todo el día y evitando esas conversaciones que sabes que ya no pueden esperar más.

Por eso creé estas 3 guías prácticas y humanas. No son solo PDFs llenos de teoría. Son herramientas que nacen de la experiencia, de las conversaciones reales con líderes como tú… que están listos para transformar su forma de trabajar, de comunicarse y de liderarse a sí mismos.


Descárgalas gratis y empieza a dar el primer paso (realista, posible y tuyo) hacia una vida con más claridad, calma y dirección.

Conversaciones difíciles, pero necesarias

Aprende a liderar desde la empatía, la pausa y la claridad.

Descargar gratis aquí

Tu tiempo, tu energía,
tu ritmo

Cinco herramientas simples para liderar tu agenda… sin perderte en ella.

Descargar gratis aquí

Vence la procrastinación desde tus fortalezas

No es falta de disciplina. Es falta de estrategia alineada contigo.

Descargar gratis aquí
Una mujer con una chaqueta blanca sostiene un micrófono y sonríe.
Una mujer con una chaqueta blanca sostiene un micrófono y sonríe.

Conferencias
Transformadoras

¡Permíteme ser la voz inspiradora en tu próximo evento!


Mis conferencias, ya sea presenciales o virtuales, están diseñadas para que apliques recomendaciones, consejos y estrategias comprobadas, enriqueciendo tu liderazgo y transformando el ambiente laboral de tu empresa.


Contáctame

Casos de éxito: así lograron equilibrar su vida personal y profesional

María Fernana Piñeres

Comunicadora social y escritora

María Fernanda vivía agobiada, sintiendo que, aunque se esforzaba cada día más, no lograba sus objetivos. Su lista de tareas siempre era interminable, procrastinaba sin siquiera darse cuenta.


Al trabajar juntas, identificamos su estilo social dominante y sus fortalezas. Así, se dio cuenta de que su mayor desafío era no poner límites: decía "sí" a todo por su inclinación a complacer a los demás. Además, se enfocaba en lo que no se le daba bien hacer, en lugar de potenciar sus recursos internos.


Hoy, María Fernanda ha aprendido a decir "no", a gestionar mejor su tiempo y tareas, y ha logrado cristalizar uno de sus mayores sueños: escribir y publicar un libro.

Jorge Marimón

Coordinador área Gestión de la Protección

Jorge enfrentaba grandes desafíos: un divorcio y una difícil relación laboral con su líder, cuyo estilo era rígido y centrado solo en tareas.


Al trabajar juntos, desentrañamos las capas de su situación, y Jorge conectó con sus fortalezas: creatividad, valentía, organización y perdón. Esto le permitió no solo tener una conversación transformadora con su jefe, sino también abrirse a nuevas oportunidades laborales.



Hoy, ha reorganizado su vida personal, disfruta de un nuevo rol de liderazgo con resultados exitosos, y ha recuperado su motivación y equilibrio.

María Alejandra Villamil

Coordinador área Gestión de la Protección

María Alejandra atravesaba desafíos personales y profesionales al inicio de nuestro proceso. Tendía mucho al perfeccionismo, lo que la llevaba a procrastinar, impactando su rendimiento y la toma de decisiones en los diferentes ámbitos de su vida.


Al trabajar juntas, pudo descubrir que su nivel de autoexigencia provenía de sus experiencias de infancia, también identificó sus estilos de personalidad dominantes y sus recursos internos más valiosos.


Hoy, María Alejandra no solo comenzó un nuevo cargo de liderazgo en su vida laboral, sino que en el día a día y gracias a la toma de conciencia sobre sus fortalezas, ha aumentado su rendimiento y resultados pudiendo gestionar positivamente los procesos jurídicos y sus relaciones dentro de una importante empresa.

PROGRAMA UNA CITA

Blog de Lucía Ebratt

Escribo para acompañarte a liderar con más conciencia, equilibrio y propósito. Aquí encontrarás ideas sencillas, preguntas poderosas y reflexiones que nacen de la experiencia.

Ir al Blog
por Por Lucía Ebratt 27 de agosto de 2025
Hace unos días, en una sesión con una clienta brillante, me dijo algo que me dejó pensando: “Siento que tengo que elegir entre ser yo misma… o ser emocionalmente inteligente. Como si una cosa anulara la otra.” Y esa frase me tocó muy profundo. Porque ¿cuántas veces hemos creído que tener inteligencia emocional significa reprimirnos? ¿Aguantarnos? ¿No enojarnos? ¿Tragarnos nuestras emociones por ser “más maduros”? Nada más lejos de la realidad. La verdadera inteligencia emocional no anula nuestra autenticidad, sino que la potencia. Nos conecta con nuestras fortalezas. Nos da herramientas para navegar la vida con más consciencia, presencia y coherencia. En este artículo te quiero compartir 10 cualidades clave que definen a las personas emocionalmente inteligentes, y cómo puedes entrenarlas desde el enfoque de la psicología positiva y el coaching de fortalezas. Y no, no necesitas ser psicóloga/o para aplicarlas. Solo necesitas querer vivir con más intención: 1. Autoconciencia: el primer paso para vivir con propósito Ser emocionalmente inteligente comienza con mirarte hacia adentro. Reconocer lo que sientes. Nombrarlo. Y entender qué lo provoca. Desde el coaching de fortalezas: Esto también significa identificar tus talentos naturales. Saber en qué brillas y cómo eso influye en tu manera de sentir, pensar y actuar. Ejercicio práctico: Antes de dormir, escribe: ¿Qué emoción dominó mi día hoy? ¿Qué situación la provocó? ¿Qué talento mío se activó o se sintió amenazado? 2. Autorregulación emocional: gestionar sin reprimir Gestionar nuestras emociones no es ignorarlas. Es permitirnos sentirlas, darles un espacio, pero elegir cómo responder. No se trata de no enojarse. Se trata de que el enojo no decida por ti. Desde la psicología positiva: Practicar el mindfulness, la pausa consciente y ejercicios de respiración son formas valiosas de cultivar esta habilidad. Microacción: La próxima vez que te frustres, haz una pausa de 90 segundos. Respira. Y luego decide cómo actuar desde tu versión más sabia. 3. Empatía real: ver al otro más allá de las palabras La empatía no es decir “te entiendo”. Es sentir con el otro. Estar presente. Escuchar con todos los sentidos. Desde el enfoque de fortalezas: Hay personas con talentos naturales para percibir lo que otros sienten. Pero también se puede entrenar. Práctica simple. Pregunta más: “¿Cómo te sentiste con eso?” Y guarda silencio. Deja espacio. Escucha desde la curiosidad, no desde el juicio. 4. Habilidades sociales: construir relaciones que nutren Las personas emocionalmente inteligentes construyen vínculos sanos. Saben comunicarse de forma asertiva, establecer límites, resolver conflictos y, sobre todo, conectar desde la autenticidad. Desde el coaching: La comunicación, la positividad o la conexión ayudan muchísimo aquí. Pero lo importante no es tenerlas todas, sino usarlas con intención. Desafío semanal: Esta semana, envía un mensaje sincero a alguien con quien quieres fortalecer la relación. No pidas nada. Solo conéctate desde el aprecio. 5. Motivación intrínseca: hacer lo que haces porque sí, porque vibra contigo Las personas emocionalmente inteligentes no se mueven solo por recompensas externas, sino por un fuego interior. Ese “para qué” profundo que les da sentido a sus acciones. Psicología positiva en acción: Cuando conectas con tus fortalezas, tu motivación se enciende sola. Porque estás usando lo mejor de ti. Reflexión: ¿Qué actividad te hace perder la noción del tiempo? ¿Qué te entusiasma solo de pensarlo? ¿Qué harías aunque no te pagaran por ello? Allí hay pistas de tu motivación intrínseca. 6. Resiliencia: no es resistir, es renacer La resiliencia no es “aguantar todo” ni “ponerle buena cara al mal tiempo”. Es caerse y levantarse con aprendizajes. Es transformar el dolor en propósito. Fortalezas como la Gratitud y la Valentía son claves aquí. Ejercicio de resiliencia: Piensa en una dificultad que ya superaste. Escribe: ¿Qué aprendí de esa experiencia? ¿Qué fortalezas usé, aunque no lo supiera? ¿Qué haría diferente hoy? 7. Autenticidad: ser tú misma/o en voz alta Las personas emocionalmente inteligentes no se esconden detrás de máscaras. Se muestran. Se permiten ser vulnerables. Y eso inspira confianza. Desde el coaching: Cuando trabajas tus fortalezas, te reconectas con tu esencia. No necesitas imitar a nadie. Solo necesitas recordarte a ti misma/o. Frase ancla: “Mi autenticidad es mi superpoder.” Repítela antes de una reunión, una conversación difícil o una decisión importante. 8. Conciencia social: entender cómo impactas al mundo La inteligencia emocional también se manifiesta en lo colectivo. Las personas emocionalmente inteligentes leen el ambiente, entienden dinámicas grupales y actúan con sensibilidad social. Ejemplo: En una empresa, un líder emocionalmente inteligente no solo piensa en el KPI, sino en cómo se siente el equipo. Escucha antes de ejecutar. Ajusta antes de imponer. Micropráctica: Después de cada reunión o interacción, pregúntate: ¿Cómo salieron los demás emocionalmente? ¿Qué señales sutiles noté? ¿Qué puedo ajustar para contribuir mejor? 9. Adaptabilidad: el músculo de los tiempos modernos El cambio es la única constante. Y quienes tienen alta Inteligencia Emocional se adaptan sin perder su esencia. Ven en cada cambio una oportunidad para aprender. Desde las fortalezas: Adaptabilidad no es ceder siempre. Es ser flexible en la forma, pero firme en el propósito. Reto práctico: Identifica un cambio reciente en tu vida. Escribe: ¿Qué oportunidades me trajo? ¿Qué me está enseñando? ¿Cómo puedo crecer a partir de esto? 10. Actitud positiva: no es ingenuidad, es perspectiva Tener una actitud positiva no es negar la realidad. Es elegir verla con más esperanza, apertura y aprendizaje. Es decidir no vivir desde el miedo. Desde la psicología positiva: Fortalezas como la Gratitud, la Curiosidad y el Humor ayudan a reinterpretar los eventos desde un lugar más amable. Práctica diaria: Antes de dormir, respóndete: ¿Qué salió bien hoy? ¿De qué me siento orgullosa/o? ¿Qué aprendí, incluso de lo que salió mal? Entonces, ¿se nace con inteligencia emocional o se entrena? Se entrena. Totalmente. La buena noticia es que no necesitas tenerlo todo resuelto para empezar. Puedes ir paso a paso. Entrenando una cualidad a la vez. Reconociendo tus emociones. Aceptando tus sombras. Activando tus fortalezas. Y lo mejor es que, al hacerlo, no solo mejoras tus relaciones o tu rendimiento laboral. Mejoras tu bienestar. Tu autoestima. Tu paz interna. Y eso, querido/a lector/a, es una forma poderosa de amarte. Para cerrar (pero no terminar) La inteligencia emocional no es un objetivo que se alcanza y ya. Es una forma de estar en el mundo. De mirar adentro con honestidad y mirar afuera con compasión. Y si llegaste hasta aquí, quiero que te lleves esto: “Tu inteligencia emocional crece cada vez que eliges actuar desde tus fortalezas, incluso cuando es difícil.” Ahora, si este artículo te resonó, te invito a hacer algo simple y poderoso: compártelo con alguien que esté también en ese camino y suscríbete a esta newsletter aquí: https://www.linkedin.com/newsletters/liderandot-7048340235235012608/
por Por: Lucía Ebratt 19 de agosto de 2025
En estos años acompañando a líderes y equipos, me he encontrado con una confusión que se repite más de lo que imaginamos. Muchos creen que la Psicología Positiva es decir frases bonitas, tener buena actitud y ver siempre “el lado amable” de todo. Pero no. La Psicología Positiva no es negar lo difícil ni pedirte que sonrías mientras el barco se hunde. Es algo mucho más profundo, estratégico y real: una ciencia que estudia lo que funciona, lo que nos fortalece, lo que sí nos permite avanzar. Y sí: cuando la aplicamos al liderazgo, los resultados se notan. Cuando dejamos de enfocarnos solo en reparar… y empezamos a construir, algo cambia Durante mucho tiempo, liderar ha significado apagar incendios, corregir errores y enfocarse en lo que “no está funcionando”. Y claro, eso es parte del rol. Pero, ¿y si también pusieras atención a lo que sí tienes? La Psicología Positiva nos invita a mirar hacia lo que ya está presente: nuestras fortalezas, los vínculos que funcionan, los pequeños logros, el sentido detrás de cada tarea. Y hacerlo no como un acto de autoayuda, sino como una forma de liderar con más inteligencia emocional y sostenibilidad. Es ahí donde entra el modelo que sustenta mi práctica: el método FORTE del IEPP. Fortalezas al servicio de tu liderazgo (sin exceso, sin defecto) FORTE es una metodología que ayuda a identificar tus fortalezas naturales (como valentía, creatividad, gratitud, organización, análisis) y usarlas de manera equilibrada. Porque sí, una fortaleza mal gestionada puede convertirse en un freno. Por ejemplo: Ser organizado es una fortaleza… hasta que se convierte en rigidez. Ser empático es clave… salvo que termines absorbiendo problemas de todos. Ser entusiasta impulsa… salvo que digas que sí a todo y termines colapsando. Con FORTE aprendemos a identificar, potenciar y regular nuestras fortalezas según el contexto. No se trata de cambiarte. Se trata de liderar desde tu mejor versión, no desde la sobrecarga o el desborde. PERMA: una brújula para liderar con bienestar real Martin Seligman, uno de los padres de la Psicología Positiva, propuso el modelo PERMA (por sus siglas en Inglés), que resume los cinco pilares de una vida con bienestar sostenido. También es una excelente herramienta para líderes que quieren observar más allá de los indicadores de gestión. Emociones positivas: ¿Qué emociones positivas cultivo yo… y mi equipo cada día? Compromiso (flow): ¿En qué tareas siento que fluyo y pierdo la noción del tiempo? Relaciones positivas: ¿Con quién me he vinculado desde la confianza esta semana? Sentido: ¿ Qué parte de mi trabajo conecta con algo más grande que yo? Logro: ¿Qué avance concreto puedo celebrar hoy? Este tipo de preguntas te ayuda a reconectar con tu rol desde un lugar más humano y menos automático. Y sí: eso también impacta los resultados. Flow: cuando trabajar no te cuesta esfuerzo… te energiza Otro concepto fascinante de la Psicología Positiva es el “estado de flow” del Dr. Csikszentmihalyi. Ese momento donde el reto y tus habilidades se encuentran en el punto justo. Te concentras, el tiempo pasa volando y tu motivación se enciende casi sola. No es suerte. Es diseño. Y una de las formas más efectivas de alcanzarlo es alineando tu día a día con tus fortalezas. Cuando haces esto como líder, además, lo modelas para todo tu equipo. Fortalezas: ¿cuáles son y cómo las reconozco? Muchas veces creemos que “fortaleza” es algo excepcional, como un talento artístico o una habilidad estratégica muy desarrollada. Pero no. Fortalezas son esas cualidades naturales que ya están en ti, y que puedes usar (o equilibrar) según la situación. Algunos ejemplos: Planificación: organizas tareas, tiempos y objetivos con claridad. Humor: alivias tensiones sin perder profesionalismo. Perdón: sueltas rencores y creas espacio para avanzar sin resentimientos. Creatividad: ves alternativas donde otros ven un “esto no se puede”. Perseverancia: sigues, aunque la curva se ponga empinada sin caer en terquedades. ¿Notas alguna en ti? ¿En alguien de tu equipo? Ahora piensa: ¿están bien dosificadas? ¿están al servicio del propósito, o ya se desbordaron? Las emociones positivas también construyen estrategia Barbara Fredrickson, otra gran referente, propuso la teoría de la Ampliación y Construcción. Según sus estudios, cuando experimentamos emociones positivas (como alegría, gratitud, serenidad), nuestra mente se expande, pensamos mejor, creamos más, nos conectamos con los demás. No es magia. Es química cerebral + conciencia aplicada. Y como líder, puedes fomentar esto con pequeños gestos: Un reconocimiento auténtico (sí, incluso por WhatsApp). Un espacio de conversación que no sea solo para “ver pendientes”. Un “¿cómo estás de verdad?” antes de entrar en modo resultados. No es suavizar el liderazgo. Es liderar con más inteligencia Hay quien cree que aplicar Psicología Positiva es suavizar todo o evitar el conflicto. Nada más lejos. Se trata de ver lo que sí está funcionando, incluso en contextos difíciles. De entrenar tu mente para no caer en el sesgo de lo que falta o en la falla. Y de sostener conversaciones que fortalezcan, no que minimicen o ignoren lo que duele. Liderar desde este enfoque no te hace menos firme. Te hace más completo. ¿Por dónde empezar? Te propongo estos 3 microdesafíos para esta semana: Haz una pausa diaria para identificar una fortaleza que activaste. ¿Fue creatividad, carisma, perseverancia? Nómbrala. Haz una pregunta PERMA a alguien de tu equipo. Te sorprenderá lo que puede surgir de una conversación distinta. Activa una emoción positiva antes de una reunión importante. Puede ser con música, una caminata, o simplemente una respiración profunda con gratitud. Porque liderar no es sostenerlo todo. …es aprender a soltar lo que no sirve, reconocer lo que sí, y evolucionar con más humanidad. Y sí, puedes hacerlo con ciencia. Puedes hacerlo con Psicología Positiva. Cierro con una pregunta para ti: ¿Qué cambia en tu equipo cuando lideras desde las fortalezas… y no solo desde la crítica?Te leo en los comentarios. Y si este artículo te hizo pensar… ya empezaste a aplicar Psicología Positiva. 😉
por Por: Lucía Ebratt 23 de julio de 2025
¿Y si el ego no fuera tu enemigo… sino tu jefe en silencio? He trabajado con líderes brillantes —algunos admirables, otros temidos— y hay un patrón que se repite más de lo que imaginamos: cuando el ego toma el volante el equipo frena. Y lo peor es que casi nadie se atreve a decirlo Déjame contarte algo que me encontré hace poco. Estaba con un director de 40 años, súper exitoso... resultados evidentes, carisma natural. Pero en una reunión, cuando su equipo intentó sugerir mejoras, él simplemente los paralizó con una mirada. Nadie dijo nada. Se formó un silencio incómodo. Ese momento me regresó a una pregunta que me hago una y otra vez: ¿Qué ocurre cuando el ego crece y nadie osa tocarlo? Lo que vi fue muy poderoso: proyectos paralizados, ideas guardadas, equipos asustados. Un ego inflado no es sólo un tema personal… puede convertirse en un boomerang para la organización. ¿Qué pasa cuando el ego se vuelve el protagonista? En psicología positiva hablamos de cultivar un ego funcional: ese ego equilibrado que te hace sentir seguro/a, confiado/a, que te ayuda a poner límites y defender tus necesidades sin caer en arrogancias ni egocentrimos. Pero cuando el ego se desborda, se vuelve rígido e intimidante. ¿Has visto esto? Un líder que ignora el feedback. Uno que acumula demasiado control. Otro que se lleva todo el crédito. Eso no es liderazgo, es cortocircuito organizacional. Porque el ego te empieza a pasar factura: Decisiones sesgadas: asumes que siempre tienes la mejor respuesta. Voces silenciadas: tu equipo teme sugerir o contradecir. Microgestión constante: controlas todo porque no confías en tu equipo. Cultura tóxica: nadie quiere asumir riesgos si puede equivocarse. Era exactamente lo que pasaba con aquel director: tenía equipos tímidos, sin propuestas, sin iniciativa. El resultado era claro… pero todo siguió como si nada. ¿Y si te digo que el ego bien gestionado puede ser tu mejor aliado? 1. Empieza por la autoconciencia El primer paso es darte el permiso de decirte:“Mi ego a veces se activa más de lo necesario". Recuerdo que este director lo reconoció en una de nuestras sesiones. Lo dijo en voz alta, sin justificarse, y en ese momento su cuerpo cambió: se relajó, dejó de resistir, y empezó a ver con más claridad. Ese fue su primer gesto real de liderazgo consciente. 2. Crea un espacio seguro para el feedback Organiza una dinámica 360° con tu equipo. Puede ser anónima si eso les da más confianza. Lo importante es que las preguntas inviten a la honestidad: ¿Hay momentos en los que sienten que no escucho? ¿Hay algo en mi estilo que los haga callar en vez de hablar? Esto no es terapia. Es liderazgo maduro. Porque el crecimiento no sucede en el silencio. A veces, solo hace falta una voz que se atreva… y un líder que esté dispuesto a escucharla. 3. Haz del agradecimiento un acto de liderazgo Hay un hábito sencillo que cambia dinámicas enteras: agradecer de forma auténtica. Reconoce a un colega por su aporte, al equipo por su compromiso, a esa persona que sostuvo el día con un pequeño gesto. No necesitas discursos ni correos largos. Solo intención real. La psicología positiva lo confirma: la gratitud fortalece vínculos, genera confianza y reduce la tensión que el ego suele inflamar. 4. Activa tu ego desde tus fortalezas Céntrate en tus fortalezas naturales… Si eres estratégico, úsalo para inspirar, no sólo para controlar. Si eres empático, déjalo brillar en momentos de liderazgo fuerte. Si tienes iniciativa, utilízala para dar espacio a otros. No es mutarse. Es liderar desde tu mejor versión, no desde el miedo a perder autoridad. 5. Lidera con humildad y autenticidad La vulnerabilidad es un adhesivo social. Cuando confiesas que "a veces me equivoco", tu equipo respira y se atreve a hacerlo también. Brené Brown lo llama ‘liderazgo valiente’ por una razón: atrae la confianza, no fuga de poder. He visto este tipo de transformaciones en líderes que deciden observarse con valentía. No siempre ocurre en sesiones formales. A veces, pasa en una conversación casual. En un silencio incómodo. En una reunión donde se dan cuenta de que nadie se atrevió a decir nada. Esa es la señal. No de que han fallado. Sino de que ya es momento de liderar distinto. Cuando el ego se baja del pedestal, el equipo se sube al juego. Y ahí es donde empieza el liderazgo real. Y si tu ego lidera por ti, te invito a un desafío para esta semana Identifica cuándo tu ego actúa sin filtro. Solicita feedback estructurado a alguien en quien confías. Regala gratitud sincera a alguien que haya hecho que tu día fuese mejor. Conecta una fortaleza tuya con una acción del día: lidera desde ella. Y si alguna vez te sientes cansado/a de sostenerlo todo desde el ego…recuerda que la opción no es apagarlo… Es evolucionarlo. Para ti, para tu equipo, para el impacto que estás llamado/a a crear. Algo que he aprendido acompañando líderes es esto: No siempre vemos cuando el ego se interpone. A veces lo disfrazamos con frases como “tengo carácter fuerte” o “así soy yo”. Pero si miras bien… ¿cuántas oportunidades, ideas o personas se han ido sin decir nada? No se trata de tener menos ego. Se trata de tener más conciencia. Más humanidad. Más liderazgo real. Quizá este artículo no sea para ti. O tal vez te sembró una inquietud. Y si esa pequeña inquietud está ahí… ya diste el primer paso. Liderar no es sólo mover resultados. Es dejar de ser el centro… para construir algo más grande que uno mismo. ¿Qué parte de este artículo se quedó contigo?

¡Sígueme en Instagram!